Dos autobuses fueron incendiados por bandas de encapuchados durante la pasada noche en la periferia de París, en víspera del primer aniversario del estallido de la ola de disturbios que azotó los barrios conflictivos de Francia.

El primer ministro francés, Dominique de Villepin, salió hoy al paso de los disturbios para reclamar sanciones "inmediatas y ejemplares" contra los encapuchados. "No podemos aceptar lo inaceptable", afirmó el jefe del Gobierno conservador en su rueda de prensa mensual televisada, un encuentro que tuvo lugar hoy en un barrio de la periferia parisina, Cergy-Pontoise.

"Habrá detenciones", advirtió Villepin, mientras recordaba que en Francia no hay zonas de "no derecho e impunidad". Frente al problema de los barrios conflictivos, Villepín propone "una política global responsable: las mismas reglas deben aplicarse a todos".

Dos autobuses incendiados esta mañana

En Bagnolet (Seine-Saint-Denis), una decena de hombres encapuchados, la mitad de ellos armados con armas cortas, atacó un autobús hacia la una de la madrugada.

Los asaltantes se subieron al vehículo en una parada, amenazaron a los viajeros y los obligaron a apearse, antes de llevarse el autobús para luego prenderle fuego, indicó la empresa municipal de transporte urbano (RATP). No ha habido heridos.

Otro autobús, que cubre una línea entre el barrio de rascacielos de París y la vecina ciudad de Nanterre (Hauts de Seine) fue asaltado por diez encampuchados hacia las diez de la noche. Los jóvenes lo rociaron con un líquido inflamable antes de prenderle fuego. La decena de pasajeros pudo escapar rompiendo un cristal.

Los incidentes podrían no ser aislados

Un par de horas antes se habían registrado incidentes cuando una cincuentena de personas apedrearon los coches que circulaban por una carretera en la ciudad de Grigny, al sur de París, según la Policía.

Las fuentes oficiales explican que los incidentes comenzaron con el lanzamiento de piedras contra un coche de Policía que no fue alcanzado. La situación volvió a la calma, sin que hubiera detenciones ni heridos, con el despliegue de agentes antidisturbios.

La policía baraja la hipótesis de que estos incidentes fueran una represalia por el procesamiento de dos jóvenes, de 18 y 13 años, por haber incendiado un autobús en la Grande Borne el pasado domingo.

Un año del 'otoño francés'

La multiplicación de incidentes ilustra la subida de la tensión en los barrios conflictivos de París ante el primer aniversario del inicio de la ola de violencia que durante tres semanas azotó los "guetos" urbanos de decenas de grandes ciudades de Francia hace un año.

El detonante de aquella ola de disturbios, que llevó al Gobierno a decretar el estado de emergencia, había sido la muerte accidental de dos jóvenes que se refugiaron en un transformador eléctrico para huir de la policía en Clichy-sous-Bois (afueras de París).